Era un mensaje de Judit invitándonos a ir a Milmarcos. Le contesté que mañana le daría una respuesta. Después de recoger la mesa, fregar los platos y ver algo de tele nos fuimos a dormir.

Un ruidoso motor me hizo despertar. Eran las 7 y ya no pude conciliar el sueño, así que me levante intentando no hacer ruido, me duché e hice mis ejercicios respiratorios, empecé a retirar las cosas que teníamos en la cocina y en el resto del apartamento. Nuestra estancia en Sigüenza llegó a su fin.

Es un placer pasear por las calles empinadas de esta villa, llena de edificaciones medievales,

Después de desayunar y dejar todo en el coche, fuimos a comprar una trufas al convento de Santa María de los Huertos. Maica nos habló muy bien de ellas y no pudimos resistirnos. Ya sabéis que cuando vas a un convento o monasterio te has de saber la clave para acceder. Cuando una voz desde el otro lado del torno te dice 

-Ave María purísima.

Tu has de responder

-Sin pecado concebida

Y automáticamente te despachan. Pedimos varios tipos de galletas, un par de bizcochos y unas cuantas trufas. Lo dejamos todo en el coche y proseguimos con nuestro paseo de despedida. 

Seguimos caminando por el paseo de la Alameda y nos llamó la atención, como un señor entrado en años estaba colocando un cartel en la puerta del bar la Barbacana, unos de los mejores bares de pinchos de la zona. En el cartel entre otros productos ofrecía FINO SEGUNTINO. Otra vez aparecía en este viaje. Obviamente, me acerqué y pregunté que era. Nos contó que años atrás un famoso torero tuvo una tarde gloriosa y en un bar cercano, se dedicó a preparar un coctel que bautizó con su nombre. A él le llamaban el Fino y con el gentilicio del lugar seguntino, preparó la bebida. Consta de ocho partes de gaseosa de la marca Segontia, una de vermut de Reus y la última de la espuma de la cerveza. Este humilde combinado, nació en plena posguerra y es todo un clásico en el lugar

Volvió a sonar mi móvil. Otro mensaje de Judit. Estábamos sentado en la barra del Barbacana deleitándonos con unos deliciosos pinchos. El vasito de salmón, gambas aguacate y queso fresco era espectacular.

Esta vez no le pudimos decir que no. Pagamos y fuimos hacia Milmarcos.

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Si quieres seguir la historia https://thermomix-barcelona.es/juan-de-haro-navarro/masas-panes-reposteria/bollitos-de-aceite-el-duende-de-la-galeria/?fbclid=IwAR1pQ1RrpvLSAEkMlJN7AM7vbSuUH8cWAxHAoOCKbHDfqFSgpKJZWIN_qB4