Foto: Fuertes con leche.

El mensaje era de Encarna 

-Sergio, es Encarna, están en la Corredera,  pregunta  si queremos ir a tomar algo.

-Es buena idea, yo mañana no trabajo. 

Fueron caminando, Sergio no sabía cuanto tiempo hacía que no había ido por esa zona. Era como redescubrir la ciudad, se sentía más extranjero que el propio Mario. Callejeando pasaron por delante del Museo de Julio Romero de Torres. De pequeño había una imagen del pintor que valoraba, era la que salía en los billetes de veinte duros que le daban de aguinaldo sus abuelos, y el esfuerzo que tenían que hacer! A él le gustaba el billete de la señora con la guitarra.

Encarna y Chen estaban sentadas en una terraza de una de las esquinas de la plaza. Tras las presentaciones los chicos pidieron su consumición.

-¿Sergio, que vas a querer?

- Una birra.

- Por favor dos cervezas muy frías. Chicas, os veo muy felices.

Chen con un buen castellano dijo - es que no más vernos en el Montseny tuvimos un flechazo espiritual  y desde  ese día me siento muy unida a Encarna y transporto ese sentimiento a mi obra.

- ¿A que te dedicas? -preguntó  Sergio.

- Soy artista creativa, sobre todo pintura, pero toco otros campo. Vine a Córdoba a inspirarme en su luz, en la obra de Romero de Torres y Medina Sidonia. En breve presentaré mi colección en una pequeña galería cercana al antiguo mercado de la Victoria. 

- Que pena que no podremos estar para la inauguración. Es pasado mañana. Nosotros nos vamos mañana por la tarde - dijo Encarna.

-No me habías dicho nada - se exclamó Sergio - dirigiéndose a Mario.

-Hemos de hacer una parada en Zaragoza por motivos laborales. Estoy montando una empresa de de dips y patés. Allí hay un posible proveedor de aceitunas negras. 

-¡Que interesante! - dijo Chen - ¿Y qué vas a elaborar?

- La mayoría son de verdura: berenjena, calabacín, pimiento, zanahoria, etc. Alguno de queso. También combinado, por ejemplo fresa y calabacín, berenjena con nueces  y arándanos, y muchos más. Sergio, tu si podrías acercarte a la inauguración.

El cordobés asintió con la cabeza a la vez que se ruborizaba.

Ya era muy tarde y al día siguiente tenían algunos asuntos que cerrar por la mañana. Se despidieron de Chen. Sergio se quedó un ratito más hablando con la pintora. Ellos marcharon caminando junto al río. Había luna llena y jugaba con sus reflejos el Guadalquivir, acariciando los viejos molinos. Al atravesar el puente les invadió la magia de la torre Calatrava, con su actitud dialogante de las tres culturas en la que se basó una de las más bellas ciudades de Al-Ándalus. 

Al llegar al apartamento Rosario les había dejado  un Bizcocho de yogur.  Con una nota que decía. Lo ha hecho mi madre, así podrás recordar cuando lo hacías con ella y su Thermomix® TM21. Era el de toda la vida, pero llevado al robot. Ahora lo hace con aceite de girasol para que no sea tan fuerte.

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