Foto Araberrri Basket club

Sori se levantó temprano, ya no podía estar más en la cama. El mensaje de Otto la dejó preocupada, no sabía ya que hacer. Nunca había bloqueado a nadie, pero se lo estaba empezando a plantear. Pensó que con la conversación lo dejaría zanjado.

El día era largo y no podía estar y darse un paseo por el parque Miguel Servet. En poco tiempo se había preparado para salir. Le gustaba esa sensación de moverse temprano por pueblos o ciudades pequeñas. Le recordaba a la canción de Serrat: Canción infantil para despertar a una paloma morena de tres primaveras. Soplaba una ligera brisa, pero resultaba agradable. Poco a poco se fue acercando a la plaza de Navarra, el surtidor de la fuente se puso a funcionar para saludarla. Dejó el casino atrás y las esculturas de las pajaritas de Ramón Acín le dieron la bienvenida al parque. Impresionantes árboles que la recibieron con una tenue música del viento entre sus hojas. Realmente fue un momento mágico. Estuvo esperando unos minutos hasta que abrieron la cafetería del parque. Se colocó en una mesa encarada al sol y pidió un café con leche con sacarina y un bocadillo de jamón. Mientras esperaba sonó el teléfono. Era Joan.

-¡Hola Bonita! Ayer se me hizo tarde y ya no te pude llamar. ¿Cómo estás? ¿Ya has visto a Raquel?

-¡Hola Joan! Estoy encantada, ahora mismo esperando para desayunar en el parque. Raquel es un amor. Hemos quedado para vernos uno de estos días.

-Te quería comentar una cosa. Te dije que cuando saliera el cuatro por uno te avisaría. Pues ya lo tenemos aquí.

-¿Me lo puedes recordar?

- Si, te dejamos el nuevo Thermomix® TM6 y te hacemos una formación, en todo momento supervisada por mi y te ayudamos para que consigas demostraciones. Si al final vendes cuatro máquinas, tienes la tuya de manera gratuita.

- ¿No eran seis?

-Si, pero de manera puntual ahora son cuatro. ¡Un chollo!

-Es muy tentador. Te digo algo en estos días. Besos

-Genial. Disfruta mucho. Un besazo.

Con las prisas se le olvidó preguntarle a Joan alguna recomendación sobre la ciudad. Pidió el Diario del Alto Aragón y lo empezó a ojear. De repente se oyeron gritos y risas de una mesa cercana. Eran dos mujeres de unos cuarenta años que no paraban de hablar con un gracioso acento gallego. Un poco más allá se sentó una pareja de ancianos que paseaban un perrito más abrigado que ellos. En la misma terraza, en las mesas del fondo desayunaban un par de chicos. Acabó su desayuno, pidió la cuenta y continuó con su paseo. Empezó a valorar la posibilidad de hacerse con un Thermomix® Tm6.

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