Foto: El Español

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Vicente estaba inquieto, aquella noche apenas pudo pegar ojo. Se levantó un par de veces y aprovechó para ver recetas en Cookidoo, trabajando los filtros, viendo que podía seleccionar el número de comensales, poner etiquetas que le ayudaran a elaborar recetas de su gusto e incluso entrar en las páginas de otros países y traducir al castellano con el buscador. Para mañana había seleccionado: Arroz con atún, espinacas y judías rojas

Ingredientes

30 g de aceite de oliva, 200 g de cebolla en cuartos, 100 g de tomate maduro sin piel y en trozos, 900 g de agua, una cucharadita de sal, 250 g de arroz de grano largo, 400 g de espinacas congeladas (previamente descongeladas), 250 g de judías rojas cocidas (en conserva) (lavadas y escurridas) y250 g de atún en aceite de oliva escurrido

Preparación

Ponga en el vaso el aceite, la cebolla y el tomate. Trocee 5 seg/vel 5 y sofría 5 min/120°C/vel 1.

Añada el agua, la sal y el arroz. Mezcle bien con la espátula llegando hasta el fondo del vaso. Sitúe el recipiente Varoma en su posición con las espinacas bien escurridas y las judías rojas. Tape el Varoma y programe 16 min/Varoma/ giro a la izquierda/vel cuchara. Retire el Varoma y ponga en una fuente las espinacas y las judías. Añada a la fuente el atún escurrido y vierta el contenido del vaso. Mezcle bien y sirva inmediatamente. 

Resultaba sencilla y fácil de transportar. Había pensado en coger el coche e ir por Castelldefels, pero le parecía forzarlo todo mucho. Después pensó en ir los cuatro andando a la playa de Sant Adrià, pero no le apetecía que les vieran juntos, la gente es muy chismosa y no quería dar explicaciones. Finalmente pensó en ir en  bus hasta Montgat, estaba cerca y no comprometía tanto. Miró el reloj y eran las cuatro de la mañana. Se fue de nuevo a la cama, pero seguía nervioso, a las seis y media ya no podía más y se levantó para buscar la nevera que tenían en el trastero, en unos cuartitos que tenían en la terraza comunitaria. También bajó una sombrilla, estaba algo deshilachada, pero podía servir. Lo dejo todo en el comedor. Volvió a mirar la sombrilla y decidió que mejor no la llevaría, le tocó en la adolescencia comprando un pack de Coca-Cola. Sobre las 7'45 llegó un mensaje de Maica. Al ver su nombre se le nubló la vista y con esfuerzo lo leyó.

- Sobre las diez pasaremos a buscaros con el coche, nos acompaña mi hermano Jesús, así podremos ir a una cala que conocemos entre Canet y Sant Pol. Espero que no te importe.

A Vicente se le cayó el mundo encima y respondió con un escueto. OK.

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