advisor-image
advisor-image-default
icon-points
Thermomix® Barcelona

Joan De Haro Navarro

Mi nombre es Joan, soy un enamorado de la cocina en todas sus vertientes. Mi formación es de educador  social, pero para mi, trabajar en Thermomix® es un sueño. Puedo ayudarte con tus dudas. Mi blogosfera quiero que sea espacio dinámico y con la participación de mis clientes. Desde hace un  tiempo he decidido ir haciendo un relato donde enmarcar las recetas. Te invito a seguirlos. 

Mi nombre es Joan, soy un enamorado de la cocina en todas sus vertientes. Mi formación es de educador  social, pero para mi, trabajar en Thermomix® es un sueño. Puedo ayudarte con tus dudas. Mi blogosfera quiero que sea espacio dinámico y con la participación de mis clientes. Desde hace un  tiempo he decidido ir haciendo un relato donde enmarcar las recetas. Te invito a seguirlos. 

Comprar Thermomix®

Trifle de uvas y cava (Gelatina de pacharán)

07 May 2021
07 May 2021
Categoría:

Foto Spanish Liquors


Joan siguió con la receta del Trifle de uvas y cava.


Hidrató tres hojas de gelatina en agua fría durante 5 minutos. Puso en el vaso 80 g de agua y 70 g de azúcar y programó 3 minutos a100°C y velocidad 1.


Añadió las hojas de gelatina hidratada escurrida y  130 g de pacharán y mezcló 15 segundos a velocidad 2. Vertió en un molde de silicona, aproximadamente de 20x10x2,5 cm y lo dejó enfriar en el frigorífico hasta que estuvo completamente cuajada (aprox. 3 horas) 


Volvió a la terraza, como tenía que esperar un buen rato seguiría la receta al día siguiente.


Siguió recordando con ojos de niño urbanita. Al  moverse por las calles de su nuevo pueblo se encontraba a un ejercito de mujeres provistas de un gran carro con tapa de madera donde, a parte de pan, llevaban madalenas, tortas de anís o manteca, pastas de nata entre otros dulces. Lo tenían que ir llevando por todo el pueblo ofreciendo sus tesoros, donde no llegaban los carros llegaban los coches que al  llegar a los puntos habituales hacían sonar el claxon para ir a buscarlos. 


Había otro ejercito de mujeres que lo que vendían era leche, unas con cántaros y otras con un carro similar a las del pan. Se habituaron a comprar la leche directamente yendo a las lecherías. Era todo un ritual llegar a casa  con la lechera llena de leche aún tibia y ponerse a hervirla en un hervidor, un pote que  tenía una especie de embudo invertido,  que cuando la leche hervía la hacía caer una y otra vez, para conseguir higienizarla. Al dejarla enfriar es donde surgía una verdadera comunión de los dos ejércitos, el del pan y el de la leche. Sobre la leche se tejía un telo de nata que colocado sobre una fina rebanada de pan y bendecida por una ligera cucharada de azúcar hacían de ese bocado una delicia.


Otro momento de comunión era la hora del desayuno, cuando el chocolate daba color a la leche y las tortas se bañaban en ella. 


Llegó la hora de cenar. No tenían demasiado apetito, venían hinchados de la comida en casa de Sonia. Abrieron un sobre de jamón del que les regaló el padre de Alfons y unos trozos de queso. Prepararon pan con tomate. De postre fresas del Maresme. 


Si te gusta el relato dale al like de esta página.


Sigue el relato clicando aquí 

Solicita demostración
07 May 2021
icon-print-2