Foto Vecteezy

Finalmente ya tenía todo preparado para poder acabar el postre de largo proceso pero de resultado espectacular. Trifle de uvas y cava

Se puso a preparar el merengue, pues lo tenío que hacer en el último momento. Colocó la mariposa en las cuchillas y puso en el vaso una clara de huevo, 40 g de cava y 100 g de azúcar y montó 8 minutos a 50°C y velocidad 3. Retiró la mariposa y vertió  el merengue en una manga pastelera para poder montar bien la copa.

Sacó la copa enorme que había heredado de su abuela y fue la primera vez que le encontró utilidad.  Troceó unos bizcochos de soletilla y los fue intercalando con cucharaditas de coulis de moras y uvas, cucharadas de crema al cava, dados de gelatina de pacharán de 1-2 cm y unas uvas y moras que había reservando para decorar. Lo coronó con el merengue formando botones y reservó en el frigorífico. Aun quedaba casi una hora para que lo pudieran degustar y eso beneficiaba al postre.

Mientras él seguía en la cocina Alfons había llamado al administrador de la finca para pedir cita y explicarle lo ocurrido. Lo atendió la secretaria y le dijo que estaba con unos clientes pero terminaba pronto. Como tenía que hacer otros recados al acabar de hacerlos decidió acercarse a la gestoría.

- Hola Marisa - saludó a la secretaria - ¿Está Víctor?

- Hola, si. Un momento, le pregunto si puede atenderte.

- Genial, gracias- mientras esperaba revisó las revistas. Un pronto con una fotografía en la portada de Belén Esteban, otra del colegio de gestores de Cataluña, una de iberojet de hacía dos temporadas y un folleto del supermercado con ofertas de Navidad. Decidió mirar el móvil mientras esperaba. Siempre resultaba gracioso ver los estados de su amigo Rafita.

-Hola Alfons, disculpa la espera pero estaba con una llamada. ¿Me acompañas? - le dijo el administrador.

- Hola Víctor - se levantó y se volvió a sentar en la silla del despacho.

- ¿Pues tu dirás?

- ¿Sabes si han alquilado el piso que hay encima del de Andrés? ¿El de Isaac?

- Pues que yo sepa no.

- Verás, hace días que se oyen unos ruidos raros. Rodar cosas, pequeños golpes y un sonido muy extraño, como un siseo. Y la verdad, no se si tienes un juego de llaves para poder entrar.

- Le preguntamos a Marisa: ¿tenemos un juego de llaves de la calle Ávila 46 el 2º 2ª?

- Si, ¿Lo traigo?

-Si, por favor. Acompañaré a Alfons y daremos un vistazo.

- Víctor, en diez minutos vienen los señores Castro.

-Vaya, lo había olvidado - se quedó pensativo un instante - Alfons, son muchos años que ya nos conocemos. ¿Y si te dejo la llave, entras tu y después me la devuelves?

- De acuerdo.

Marisa le dio el juego de llaves y se despidieron todos.

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