Foto La Vanguardia. 

Ya hace días que Chen le estaba dando vueltas a la cabeza. No se había portado nada bien con Sergio, a pesar de ser de dos mundos diferentes, el respetaba y valoraba su trabajo. Le apetecía poder estar cómoda con él y decidió sorprenderle. Lo había invitado a cenar en su apartamento. A Sergio le encantaba el Pollo al limón y estaba decidida a prepararlo.

- Cariño, te espero esta noche para cenar. No tengas prisa por marchar - él entendió que era la manera que tenía la pintora de pedir disculpas y confirmó la visita.

En poco menos de media hora Sergio llegaría a casa y ella se puso a cocinar. Conectó el robot  y puso en el vaso 20 g de vino blanco, una cucharadita de vino de Jerez seco, 60 g de agua, una cucharadita de vinagre de vino blanco, 25 g de azúcar, 15 g de zumo de limón y una  cucharadita de maicena. Programó 3 min/100°C/vel 3. Retiró del vaso y reservó en un bol con una rodaja de limón. Aclaró el vaso.

Puso el huevo, 20 g de harina, un pellizco de sal y un pellizco de pimienta. Mezcló 15 seg/vel 3. Abocó la mezcla en un plato hondo.  Cortó dos filetes de contramuslos de pollo sin piel ni hueso. Sazonó los filetes con sal y pimienta, los pasó por la mezcla de huevo y harina para freírlos en aceite de girasol. Los colocó en una fuente vertiendo por encima la salsa reservada y decoró con rodajas de limón restantes. 

Unos minutos más tarde Sergio llegó a casa de Chen con un precioso ramo de crisantemos blancos. Chen abrió la puerta ataviada con un corsé negro, liguero y un salto de cama negro de tul ribeteado de seda roja que hacía conjunto con los pompones de sus zapatillas negras de charol. Tras besarse apasionadamente, Chen invitó a Sergio a entrar en su dormitorio. Sobre la cama había una preciosa y enorme caja negra de charol . Ella le invitó a abrirla. En el interior había una copia exacta del vestuario de Chen, pero dos tallas más grandes y además un preciosa peluca de color rubio platino. Sergio sonrió y ella abandonó la estancia. Se dirigió al equipo de música y Cesaría Évora ambientó el momento. Mientras Chen abría una botella de cava Sergio inundaba la sala con su soberbia presencia vestido igual que su amor.

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