advisor-image
advisor-image-default
icon-points
Thermomix® Barcelona

Joan De Haro Navarro

Mi nombre es Joan, soy un enamorado de la cocina en todas sus vertientes. Mi formación es de educador  social, pero para mi, trabajar en Thermomix® es un sueño. Puedo ayudarte con tus dudas. Mi blogosfera quiero que sea espacio dinámico y con la participación de mis clientes. Desde hace un  tiempo he decidido ir haciendo un relato donde enmarcar las recetas. Te invito a seguirlos. 

Mi nombre es Joan, soy un enamorado de la cocina en todas sus vertientes. Mi formación es de educador  social, pero para mi, trabajar en Thermomix® es un sueño. Puedo ayudarte con tus dudas. Mi blogosfera quiero que sea espacio dinámico y con la participación de mis clientes. Desde hace un  tiempo he decidido ir haciendo un relato donde enmarcar las recetas. Te invito a seguirlos. 

Comprar Thermomix®

Crema de espárragos verdes (Paseo matutino)

10 January 2021
10 January 2021
Categoría:

 Foto Alimente


Era un bonito día de primavera, aunque hacía frío, ya apetecía salir a pasear por el campo. Mireya seguía durmiendo, aquella semana había doblado guardia en la residencia. Trabajaba de  celadora en un centro de capacitación para personas invidentes. Los niños también dormían, así que Jose Mari decidió salir a buscar algún espárrago. Al abrir la puerta se oyó:


-Papá - era Tania- ¿Dónde vas? - preguntó.


-A buscar espárragos - aunque lo que le vinieron ganas de decir era a freírlos. En un momento vio que ese ratito que tendría para él solo se había esfumado.


- ¿Puedo ir contigo?


- Vale, date prisa.


Con lo remolona que es Tania para arreglarse y en un periquete ya estaba preparada. Se calzó las botas, se puso el abrigo y empezaron a caminar en dirección al camping. Un  poquito antes de llegar se encontraron con Nekane, una vecina que también tenía casa de segunda residencia en el pueblo. Se saludaron y siguieron ruta. Nekane tenía dos niños gemelos y los dos eran muy traviesos. A Tania no le hacía ninguna gracia relacionarse con ellos. Unos pasos más allá del camping tomaron una senda hacia la derecha y allí ya empezaron a divisar la puntitas de los espárragos que, como había caído escarcha, parecía un tapiz de esmeraldas. Los finos hilos de las telas de araña iban tejiendo un inmenso tapete que hacían del paisaje una obra de arte. A Jose casi le daba pena deshacer aquel escenario. Aun así empezaron a recolectar. Tanía se ponía muy nerviosa cada vez que descubría uno, tal vez por su altura, al estar más de cerca de ellos tenía una facilidad pasmosa para descubrirlos y al hacerlo no se atrevía a cortarlos y se ponía a gritar.


-¡Papá, uno, aquí hay uno¡!


Jose ya le decía que no le iban a ir andando. En poco tiempo había hecho un buen puñado, así que decidieron irse a casa. Mireya ya había hecho tostadas y Iago, el benjamín de la familia, estaba poniendo la mesa algo enojado.


-¿Por que no me habéis llamado?


-Otro día te vienes tu - contesto Jose pensando realmente, otro día me iré más temprano.


- Habéis cogido un buen montón- dijo Mireya.


-Como tenemos nata y calabacín esta noche haré Crema de espárragos verdes


Clica aquí para seguir el relato

Solicita demostración
10 January 2021
icon-print-2