Bebida para las defensas (Después de la tempestad)
#Dietas especiales 03 enero 2021
Foto el Español.
Después del calambre en la pierna a Alfons le costó recuperarse. Maica se excusó y finalmente se fue a su casa. Se quedaron Sori, Joan y Alfons. Ella propuso hacer un pequeño paseo, aunque solo fuera rodear por el exterior la antigua gran superficie comercial que hay junto al polideportivo. A Alfons aun le dolía un poco, pero tenía que llegar al coche y reunirse con Enric, al parecer las cosas no habían ido tan bien como pensaban con la captación de dinero. Pasada una media hora, ya empezó a recuperar la normalidad en la pierna y se dirigieron hacia el coche, subieron y llevaron a Sori a su casa. Antes de despedirse comentó.
-¿Tenéis mucha prisa?
-Un poco. ¿por? Dijo Alfons.
-Si te esperas un momento te bajo una cosa.
Que misterio. Vale, no tardes.
Sori subió los escalones de dos en dos y en un momento ya estaba conectando su Thermomix® , pelando un par de limones y un trozo de raíz de jengibre. Lo colocó todo en el vaso, puso cuatro cucharadas de miel de Astorga y un buen chorro de agua fría. En diez segundo lo tenía. Lo coló todo a la vez que lo ponía en una bonita botella de cristal y casi se teletransportó al coche de sus amigos.
Alfons la miró con ojos de curiosidad.
-Mira, esta bebida es milagrosa. Me lo dijo una amiga y en su casa no falta nunca. Ve tomando sorbos y a la tarde ni te acordarás del percance de la pierna.
-De acuerdo. Dijo Alfons a la vez que tomaba el primer sorbo. Se despidieron los tres y Joan y Alfons se dirigieron hacia el puerto de Badalona. Habían quedado con Enric a Can Marius. Al llegar al restaurante tuvieron que esperar todavía unos minutos que llegara el otro comensal.
-¿Que querréis tomar? Preguntó un joven camarero.
-Una cerveza y un agua . Dijo Joan.
Al momento llegó Enric con una triste sonrisa. Es una persona entrañable, pero quiere abarcar más de lo que puede. Se saludaron y él tomó sitio.
-Sesenta y cinco mil euros. Dijo Enric. El coste de la obra para reparare reloj era setenta mil euros.
-¿Faltan sesenta y cinco mil euros? Preguntó Alfons.
-No, eso es lo que se ha recogido.
Alfons estaba confuso, era un dineral. Ya casi lo tenían todo.
-Ostras, eso es fantástico.
-Hombre, aun faltan cinco mil.
-Ya se nos ocurrirá algo. Es genial.
Joan por su parte, no hacía más que enviar mensajes por el móvil. Tras el último recibido alzó la cabeza y dijo.
-Ya tenemos los cinco mil que faltan.
A Alfons ya no le molestaba la pierna.